miércoles, 3 de diciembre de 2014

Katanga, su castigo es ser rica en minerales


Katanga es una provincia en el sureste de la República Democrática del Congo, aproximadamente del tamaño de España. Su único castigo es ser rica en minerales; tiene el 34% de las reservas mundiales de cobalto y el 10% de cobre. También es rico en cadmio, cromo, carbón, oro, plomo, manganeso, plata, estaño, uranio y zinc. Por estas razones, ha sido el escenario de una rebelión que ha desplazado a cientos de miles de personas.

La provincia vive una catástrofe humanitaria ignorada, donde la violencia ha obligado a unas 400.000 personas a huir de sus casas desde finales de 2012, elevando la cifra total de desplazados internos a casi 600.000 personas. Sólo durante los últimos tres meses de 2014 más de 71.000 personas se han convertido en nuevos desplazados.

En el mes de octubre se registraron 1.737 "incidentes" en los territorios de Kalemie y en el denominado triángulo de la muerte (Manono, Mitwaba y Pweto) en el norte de Katanga. Sin embargo, las organizaciones locales aseguran que el número de incidentes es mucho mayor, pero la falta de acceso a zonas rurales aisladas donde viven las víctimas y el temor de muchas otras a denunciar la violencia, deja muchos casos sin documentar.
Estos incidentes incluyen saqueos, quema de casas, extorsión, tortura, trabajo forzado, reclutamiento forzoso por parte de grupos armados y violencia sexual. En los diez primeros meses de 2014, se registraron en Congo un total de 15.873 incidentes de este tipo, de los cuales más del 88% (14.057) tuvieron lugar en estos territorios.

La violencia sexual sigue siendo un motivo de grave preocupación: entre enero y octubre los equipos de protección de la ACNUR ayudaron a 1.564 víctimas de violencia sexual, pero la escasa presencia de organizaciones humanitarias y de desarrollo en Katanga les dificulta cubrir todas las necesidades debidamente.

En junio de 2014, hubo un secuestro masivo por el grupo insurgente Bakata Katanga, en la aldea Kamakolo Nkumba Kubukongolo, al sur de Pweto. En agosto siete mujeres lograron escapar de su cautiverio, durante el que sufrieron abusos sexuales y esclavitud.
Una de las mujeres, de 75 años, presentó múltiples heridas causadas por las continuas violaciones, mientras que la más joven, de 29 años, fue apuñalada en la mano cuando intentó resistirse a una violación. Otra de ellas murió en el camino.

Las mujeres relataron a las autoridades que los rebeldes todavía mantienen a otras víctimas, a las que siguen sometiendo a abusos sexuales.
El grupo insurgente, Bakata Katanga ha amenazado con tomar Lubumbashi, capital de la provincia de Katanga y la segunda ciudad más importante de la República Democrática del Congo.

Actualmente hay cerca de 2,6 millones de desplazados internos en la República Democrática del Congo; Katanga con 600.000 desplazados es la tercera provincia más afectada por el desplazamiento interno,  después de Kivu Norte y Kivu Sur, provincias en el este del país.

En el norte de Katanga hay 28 asentamientos para desplazados internos, mientras que los demás desplazados viven en comunidades de acogida, pero con limitado acceso a servicios de salud, agua potable, alimentos y educación.

Los ancianos que viven en el asentamiento de Mukondo han contado que 19 niños han muerto desde que llegaron en marzo, principalmente por anemia, diarrea y malaria. Durante ese mismo periodo, nueve mujeres murieron durante el parto. Este asentamiento acoge a unos 1.300 desplazados internos, más de la mitad de los cuales son niños menores de 12 años. El centro de salud más cercano está a 22 kilómetros y la fuente de agua potable y escuela más próximas a 11 kilómetros.

Para frenar la violencia, se necesita aumentar la presencia de autoridades civiles congoleñas en las zonas afectadas, reforzar su presencia en el norte de Katanga para proteger mejor a la población civil y evitar más violaciones de derechos humanos.

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